Este librito no contiene palabras de hombres, sino de Dios mismo, autor de las Sagradas Escrituras, de donde el padre Javier Lercari las espigó. ¡Palabra de Dios!, puede decirse al final de cada una de las meditaciones para cada día del Mes Eucarístico: Preparaciones, Aspiraciones y Acciones de gracias en la recepción de la Santísima Eucaristía.
Por la Beata Ana Catalina Emmerick.( 1774-1824)
Edición Económica, unidades limitadas. Reedición de un Clásico de Espiritualidad en el que se basó LA PASIÓN de Mel Gibson.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.